Las fiestas y celebraciones son momentos de encuentro con la familia y/o los amigos, todas guardan un denominador común: socializar alrededor de una mesa compartiendo una buena comida, alegría convivencia.
En muchas ocasiones, suelen relacionarse con ingestas excesivas y de alimentos poco saludables, alcohol, actividades sedentarias y los kilos extra que pueden llegar a ganar en estas fechas. Pero, no tiene por qué ser así. Podemos convertir estas actividades en fiestas más saludables y utilizarlas para fomentar unos hábitos adecuados a los asistentes con atención especial en los más pequeños.
Si vamos a ofrecer alimentos distintos a los que éstos están acostumbrados a comer en las fiestas, como por ejemplo frutas y verduras, es importante que los presentemos de un modo atractivo e incluso divertido para ellos, sobre todo para los niños.
Podemos preparar un tentempié para picar más saludables, frutos secos o frutas desecadas, tomates cherries, olivas, palitos de pan integrales o multicereales para acompañar con quesos para untar, humus (paté de garbanzos), guacamole con nachos, tomates cherries y gambas, etc. Los refrescos los podemos sustituir por zumos naturales o batidos hechos con leche y frutas.
Podemos diseñar menús en el que se incorporen verduras, pescado, etc., utilizando PRODUCTOS DE CONSUMO RESPONSABLE, ECOLÓGICO Y LOCAL con recetas diferentes y sabrosas, que combinen con alimentos que sabemos que suelen gustar pero que sean saludables.
Por otro lado, en los postres podemos optar por preparar pasteles o tartas caseras, utilizando grasas más saludables (aceite de oliva virgen extra en vez de mantequilla) y decorándolas con fruta y chocolate.
Podemos en las reuniones familiares o con amigos de fiestas organizar actividades y juegos que involucren el movimiento a grandes y pequeños (senderismo, baile, juegos...). De este modo, no solo estaremos promoviendo una vida más activa sino que mejorará el vínculo entre los distintos miembros de la familia y los amigos.
A la hora de organizar las comidas, primero de todo es importante hacer un recuento exhaustivo del número de comensales que acudirán a la celebración. De este modo, evitaremos preparar cantidades excesivas de comidas y su posterior desperdicio.
También debemos tener en consideración si alguno de los invitados tiene alguna intolerancia, alergia o debe seguir una pauta dietética con algún tipo de restricción, para poder preparar y adaptar lo máximo posible el menú a sus necesidades.
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